As the call process unfolded these past several weeks, you surrounded me and Nicholas with your prayer, your support and your love. The sense of joy throughout has been overwhelming — from Call Sunday to the celebrations that followed that evening and later that week, in various parish meetings and among conversations with staff, in notes you have sent and continue to send. For me, all of this has been nothing other than a sign of the Holy Spirit moving ever anew in our midst.
As I reflect on the time we live in and the ministry to which God calls us, I think of the Gospel of John. Faith active in love is at the heart of what the Gospel calls the Beloved Community. From the Wedding Feast at Cana in Galilee to the Tomb of Lazarus, "the light that shines in darkness" shines forth in the very ways in which the Beloved Community cares for those within the community and, most especially, for those outside it. Nothing can overcome this light, Saint John tells us. Nothing. Because, no one can take from us God's ways of generosity, kindness, meekness, openness, understanding. These are always light. These are always truth. These are always life.
There is much challenge ahead as we set out to meet the needs of the most vulnerable. Much challenge ahead as we intentionally come together to develop a strategic plan for the "new Saint Peter's." From disinterest in membership to growing distrust of organizations, the dynamics of being church in the third decade of the 21st century are far different from the dynamics of being church in decades and centuries past. Yet, by God's promise and as we live in light and truth, all our striving, all our serving, all our giving is filled — and fills us — with nothing other than life.
To be sure, this way of living is a very "old thing." We know its promise by the witness of our ancestors in faith. But, by the gift of the Holy Spirit this way of living is also a very "new thing." It is alive and at work in us.
Confident in this gift, thankful for the strong foundation given us through the faithful leadership of Pastor Derr and looking forward to continued partnership with Pastor Arias, I accept your call to serve among you as senior pastor. Please pray for me in these weeks and months ahead, even as I will pray for and with you as together we continue to be formed by the power of the Holy Spirit into God’s Beloved Community in this place.
Grace and peace to you,
The Rev. Jared R. Stahler
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Sábado después del miércoles de ceniza 29 de febrero de 2020
Queridos fieles de la Iglesia de Saint Peter's,
A medida que se desarrollaba el proceso de llamada en las últimas semanas, nos rodeó a mí y a Nicholas con su oración, su apoyo y su amor. La sensación de alegría en todo momento ha sido abrumadora: desde Call Sunday hasta las celebraciones que siguieron esa tarde y más tarde esa semana, en varias reuniones parroquiales y entre conversaciones con el personal, en notas que ha enviado y continúa enviando. Para mí, todo esto no ha sido más que una señal del Espíritu Santo moviéndose siempre de nuevo entre nosotros.
Al reflexionar sobre el tiempo en que vivimos y el ministerio al que Dios nos llama, pienso en el Evangelio de Juan. La fe activa en el amor está en el corazón de lo que el Evangelio llama la Comunidad Amada. Desde la fiesta de bodas en Caná en Galilea hasta la tumba de Lázaro, "La luz que brilla en la oscuridad" brilla de la misma manera en que la Comunidad Amada se preocupa por los que están dentro de la comunidad y, más especialmente, por los que están fuera de ella. Nada puede superar esta luz, nos dice San Juan. Nada. Porque nadie puede quitarnos las formas de generosidad, amabilidad, mansedumbre, apertura y comprensión de Dios. Estos siempre son ligeros. Estas siempre son verdad. Estos son siempre la vida.
Hay muchos desafíos por delante cuando nos proponemos satisfacer las necesidades de los más vulnerables. Quedan muchos desafíos por delante cuando nos unimos intencionalmente para desarrollar un plan estratégico para el "nuevo Saint Peter's". Desde el desinterés en la membresía hasta la creciente desconfianza hacia las instituciones, la dinámica de ser iglesia en la tercera década del siglo XXI es muy diferente de la dinámica de ser iglesia en décadas y siglos pasados. Sin embargo, por la promesa de Dios y mientras vivimos en la luz y la verdad, todo nuestro esfuerzo, todo nuestro servicio, todo lo que damos se llena, y nos llena, con nada más que la vida.
Sin duda, esta forma de vida es una "cosa vieja". Conocemos su promesa por el testimonio de nuestros antepasados en la fe. Pero, por el don del Espíritu Santo, esta forma de vida es también una "cosa nueva". Está vivo y trabajando en nosotros.
Confiado en este regalo, agradecido por le fundamento sólido brindado a través del liderazgo fiel del Pastor Derr y esperando con anticipo continuar la camaradería con el Pastor Arias, acepto su llamado para servir entre ustedes como Pastor Principal. Por favor oren por mí en estas semanas y meses por venir, así como yo oraré por ustedes y con ustedes juntos, continuaremos formándonos por el poder del Espíritu Santo en la Amada Comunidad de Dios en este lugar.
